jueves, 10 de diciembre de 2009

La dieta de los 100 años

La restricción calóritica alarga la vida en todas las especies en que se ha probado, incluidos los monos. Poca gente se sometería a esta tortura, pero hay una alternativa que se empieza a distribuir en los laboratorios: comer la cantidad normal, pero ajustando al milímetro el balance de unos componentes esenciales de la dieta: las 20 clases de aminoácidos con que se construyen las proteínas. Uno de ello, la metionima, parece ser crucial, y un experimento con moscas reffuerza ahora la viabilidad de este enfoque.
El secreto de la eterna juventud es pasar hambre. La restricción calórica -comer un 30% menos de lo normal sin descuidar los nutrientes esenciales- prolonga la vida de las levaduras, los gusanos, las moscas, las ratas, los ratones, los perros y los macacos. No se sabe si funcionaría en nuestra especie, pero pocos científicos apostarían en contra. Si hay principios generales en biología, éste parecer ser uno de ellos.

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